Barredoras

Las barredoras, o barredoras motorizadas, son equipos que cumplen la función de limpiar los pavimentos, pero, a diferencia de las fregadoras, son capaces de eliminar la suciedad que no se adhiere al suelo. La acción mecánica del/los cepillo/s permite su eliminación, mientras que el polvo que se levanta es aspirado y retenido por el filtro instalado en las máquinas.
Las barredoras son adecuadas para la limpieza de diferentes tipos de superficies como el cemento, los materiales resilientes o el asfalto, y pueden utilizarse tanto en ambientes de interior como de exterior.

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Una barredora está compuesta por:

  • Un sistema barredor, o grupo barredor, que está dotado de uno o varios cepillos laterales que dirigen la suciedad, los pequeños detritos sólidos y el polvo hacia el centro de la máquina y, luego, hacia el cepillo central, que lo carga en el cajón (o contenedor).
  • Un sistema de aspiración, o grupo de aspiración, dotado de un ventilador que crea una fuerte depresión para aspirar el polvo que levanta el cepillo principal, lo dirige a través del grupo de filtración y lo lleva hasta el interior del cajón.
  • Un sistema de filtración dotado de filtros que impiden que el polvo aspirado vuelva a introducirse en el ambiente a través de la descarga del aire.
  • Un cajón de recogida de residuos, o contenedor, donde se deposita la suciedad recogida durante el trabajo.
  • Para los modelos de barredoras de medianas o grandes dimensiones hombre a bordo, existe un sistema de descarga asistido. Mediante los motores eléctricos o hidráulicos, el compartimento de recogida se puede levantar y, después, girar para que la suciedad caiga en los cajones, incluso desde el alto.
  • Una serie de accesorios para que la barredora pueda afrontar situaciones de suciedad específicas.

En el momento en que la barredora entra en funcionamiento, el cepillo o le cepillos laterales se encargan de dirigir la suciedad hacia la parte central de la máquina. Después, la acción combinada del cepillo central y la turbina de aspiración permiten eliminar el polvo y los pequeños detritos. Gracias a los filtros, el polvo es filtrado y atrapado para emitir aire limpio en el ambiente, mientras que los pequeños detritos terminan en el cajón para ser eliminados correctamente en función del tipo de material. También hay un sistema para limpiar el filtro, en algunos casos mecánico, en otros con motor eléctrico, este sistema permite eliminar el polvo del filtro con comodidad.

Existen modelos de barredoras para hombre a pie y para operador a bordo, con pista de trabajo (o pista de limpieza) de diferentes medidas. Comac ofrece una gama de barredoras con pistas de trabajo que van de los 50 a los 120 cm. La oferta también incluye las barredoras viales con pistas de trabajo que pueden llegar hasta los 323 cm si están dotadas de cepillos laterales y cepillo giratorio.

Las barredoras hombre a pie son dirigidas por el operador que, andando, las controla mediante un manillar y las acciona manualmente. Mientras que, en las barredoras hombre a bordo, el operador está sentado a bordo de la máquina y controla las maniobras mediante el volante y los mandos de pedal.

Las barredoras también se diferencian por el tipo de alimentación y el tipo de carga. De hecho, existen barredoras alimentados con motor de explosión, diésel, gasolina, GPL, con batería y también barredoras híbridas. Además, pueden tener carga delantera (recomendada para recoger material pesado) o carga trasera (recomendada para detritos de grandes dimensiones o suciedad ligera).

Las barredoras de pequeñas dimensiones están dotadas de descarga manual, mientras que las barredoras de medianas o grandes dimensiones tienen un sistema de elevación para la descarga, que puede ser de tipo eléctrico o hidráulico.

El uso de las barredoras es extremadamente simple, tanto si se trata de una máquina hombre a pie como de una máquina hombre a bordo. Naturalmente, a mayores dimensiones corresponden mandos más articulados, de todas formas, son máquinas simples e intuitivas y el tiempo necesario para aprender su manejo es muy breve.

La barredora debe elegirse evaluando las propias necesidades en función del ambiente donde se vaya a utilizar.
El motor de combustión interna (alimentación gasolina, diésel o GPL) es adecuado para usos en ambientes de exterior, mientras que la versión con batería, además de trabajar en el exterior, es más adecuada para trabajar en ambientes de interior. Algunas barredoras de Comac pueden equiparse con la tecnología Hybrid (alimentación con batería y gasolina) desarrollada precisamente para satisfacer las necesidades de quienes, con una sola máquina, deben barrer tanto los ambientes de exterior como de interior.
Las barredoras de Comac está diseñadas para garantizar, en las versiones con batería, tiempos de uso prolongados. Por tanto, se pueden emplear estas versiones también para grandes superficies internas sin necesidad de recurrir a soluciones intermedias.

Con las barredoras se puede recoger todo, excepto cuerdas, cordeles, cintas metálicas o de plástico que se enrollan en el cepillo central y pueden dañarlo. En cualquier caso, la suciedad recogida no debe ser adherente al suelo, y las dimensiones de cada uno de los elementos no deben superar las previstas para su paso hacia el cajón de recogida. Por este motivo, las barredoras de grandes dimensiones pueden recoger residuos más voluminosos y pesados que las pequeñas.

Todas las barredoras están dotadas de cajón de recogida de los residuos. Este puede colocarse en la parte delantera o trasera. Ambos sistemas de carga presentan ventajas y desventajas. Comac adopta la carga trasera en los modelos más pequeños, debido a su capacidad de recogida de polvo y de carga de residuos de dimensiones y peso limitados. En cambio, en los modelos más grandes la carga delantera permite recoger residuos más voluminosos y pesados para los que estos modelos son más adecuados.
Se resalta el aspecto funcional de cada modelo sin perjudicar los demás aspectos como la visibilidad, accesibilidad, comodidad, volumen efectivo del contenedor, y tipo de filtros.

Para la descarga del cajón valen las consideraciones ya hechas para las modalidades de carga.
Naturalmente, en modelos pequeños, por motivos de costes y debido a las pequeñas cantidades de recogida, se utiliza un cajón de recogida con una descarga de tipo manual. En cambio, para los modelos más grandes, la descarga debe ser hidráulica y en altura ( que, en general, corresponde aproximadamente a 1,4 m del suelo) para poder descargar en contenedores adecuados.
Sin embargo, para los modelos intermedios (como la CS700/800), está disponible tanto la versión con descarga manual como la versión descarga asistida. En este caso, el usuario elige en función de sus necesidades.

Excepto las máquinas expresamente concebidas para utilizarlas en carretera (llamadas generalmente barredoras viales), en las que la acción de recogida es de tipo por aspiración o combinada mecánico/aspiración; para las máquinas industriales, destinadas a utilizarse en zonas privadas, la recogida de residuos se realiza mediante acción mecánica y aspira solo el polvo levantado en la zona del cepillo central. Está claro que la acción de limpieza es, por tanto, diferente en la zona central donde se elimina el polvo, que en la de los cepillos laterales, en la que el polvo vuelve a caer en la superficie.
El cepillo lateral derecho no sirve para aumentar la pista de trabajo y, por tanto, las prestaciones horarias de la máquina, sino para poder eliminar la suciedad principalmente a lo largo de las paredes y en las aceras donde el cepillo central nunca podría llegar. Por tanto, es evidente que los casos de necesidad efectiva del segundo cepillo lateral (instalado en el lado izquierdo de la máquina) son efectivamente limitados y muchas veces su adopción responde más a motivos comerciales que a una utilidad real.

Sí, si se trata de una superficie húmeda o con limitadas manchas de agua. Está claro que, en estas condiciones, no existe el problema del polvo. Por lo tanto, es necesario trabajar con la aspiración apagada. Además, esta sugerencia permite preservar el filtro de la acción de la humedad que dañaría la superficie y, luego, sería imposible limpiarlo y sería necesario sustituirlo.

La barredora es una máquina simple y no requiere un mantenimiento continuo. Como todas las máquinas para la limpieza, necesita un mantenimiento mínimo después del uso como: vaciado del cajón de residuos, limpieza del filtro o control visual de los cepillos. En las versiones motorizadas hay que seguir siempre las instrucciones del fabricante (aceite, filtro, etc.), aunque, gracias a las tecnologías implementadas en las barredoras modernas, estas se han reducido prácticamente al mínimo.

Es aconsejable que un técnico autorizado las inspeccione al menos una vez al año o después de 250 horas de funcionamiento. De todas formas, es importante no trabajar y, por tanto, no recoger, en ambientes en los que haya cuerdas, cordeles, flejes, embalajes de nailon de dimensiones que puedan enredarse en el cepillo central y detenerlo progresivamente.

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