Monocepillos

La máquina monocepillo nace con el objetivo de mecanizar las operaciones de limpieza en lavados y tratamientos especiales realizados en pavimentos muy diferentes (mármol, barro terrazo, madera, barro cocido, klinker, linóleo, etc.).

La posibilidad de disponer de cepillos o discos abrasivos de otras características permite a las máquinas monocepillo de hoy afrontar tanto el fregado en superficies industriales como realizar intervenciones delicadas de mantenimiento o pulido de pavimentos de gran calidad; obviamente, eligiendo el modelo más adecuado para la intervención en cuestión.

Generalmente, una máquina monocepillo está compuesta por:

• El mango y el manillar de conducción
• El motor eléctrico y un sistema de transmisión que permite aplicar el número adecuado de vueltas del motor al cepillo o al pad
• Algunos modelos están dotados de un tanque para la solución detergente que se va a utilizar durante el trabajo
• Algunos modelos están dotados de un sistema spray para vaporizar y distribuir el agua o la solución detergente
• Algunos modelos están dotados de un sistema de aspiración para eliminar el polvo durante algunos tipos de intervenciones
• Una serie de accesorios para que la máquina monocepillo pueda afrontar situaciones de suciedad específicas

La fregadora de pavimentos es una evolución de la máquina monocepillo; de hecho, esta última está dotada de un sistema de recogida de la suspensión de agua detergente y suciedad extraída del pavimento.
La máquina monocepillo, gracias a su peso y forma, sigue siendo la máquina ideal para la limpieza profunda y posibles tratamientos específicos, mientras que la fregadora de pavimentos es más adecuada para las operaciones de mantenimiento en las que se elimina la suciedad adherente, sin intervenir sobre la superficie y es necesario garantizar su rápida utilización.

Fundamentalmente, existen dos tipos de máquinas monocepillo:

• Las máquinas monocepillo tradicionales, que aprovechan la rotación del cepillo para realizar una acción en la superficie a tratar.
• Los monocepillos orbitales y roto-orbitales, que aprovechan el movimiento microorbital para ejercer mucha energía sobre el pavimento.

Luego, existen otras dos distinciones relacionadas con las características específicas. Por ejemplo, hay máquinas que pesan poco, pero los cepillos giran a muchas revoluciones. Estas máquinas están especialmente indicadas para el pulido. Luego, están las máquinas tradicionales con bajas revoluciones (unas 180 rpm) y altas revoluciones (unas 400 rpm) y máquinas con doble velocidad.

Existen modelos que tienen la posibilidad de operar a dos velocidades diferentes (normalmente 150-300 rev./min.) y, por tanto, pueden usarse para lavados y pulidos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se trata de soluciones de compromiso que no son comparables con dos máquinas específicas y son adecuadas para superficies de dimensiones limitadas.

En el campo de las bajas velocidades no hay diferencias significativas para el operador, según van subiendo las revoluciones, la correa garantizan un menor nivel de ruido y una mayor suavidad de funcionamiento. Mientras que la transmisión por engranajes, aunque sea más ruidosa, permite realizar intervenciones más pesadas.

No, también están disponibles los modelos con batería (36 V) para poder trabajar incluso donde no se puede conectar a la red eléctrica.

Se trata de máquinas profesionales. Por tanto, para manejarlas es necesario estar debidamente capacitados sobre uso, pero, sobre todo, hay que saber cómo se realizan los tratamientos (utilizando productos y discos específicos). La maniobra de la máquina es diferente en baja y alta velocidad. Las primeras requieren un movimiento alternado, derecha-izquierda, y para necesidades específicas pueden operar en un área limitada, mientras que a altas velocidades se mueven en sentido rectilíneo y su movimiento debe ser continuo.
Sin embargo, los monocepillos orbitales y roto-orbitales, emplean el principio de las oscilaciones de alta frecuencia obteniendo una excelente estabilidad, sencillez de uso y gran maniobrabilidad, optimizando así los tiempos de intervención y eliminando la necesidad de tener una gran fuerza física.